Por: Redacción ActionCOACH
Desde tu empresa, debes ejecutar acciones positivas que generen un impacto en la comunidad, pero más allá de ello, que generen conexiones emocionales con el entorno. De esto se trata la Responsabilidad Social Empresarial.
Otra de las acepciones de Responsabilidad Social Empresarial hace referencia al proceso de toma de decisiones donde se valora el impacto de las acciones en las comunidades, en los trabajadores y en el medio ambiente e incorpora efectivamente sus intereses en los procesos y resultados.
El marketero Luis Maram, destaca que, en muchos casos, es un concepto mal entendido, pues no es otra cosa que el incorporar consideraciones sociales y ambientales en las operaciones diarias de la empresa. En otras palabras, no es un montón de añadidos a la operación; no son donaciones, no es caridad… es asegurar que los impactos de nuestra compañía sean positivos para los ecosistemas y la sociedad.
Conozco un excelente ejemplo de Responsabilidad Social Empresarial en Venezuela con un Holding del ramo de bebidas y alimentos llamado “Empresas Polar”, que proporciona incontables beneficios a su entorno. Sólo por mencionar algunos: poseen una amplia gama de beneficios contractuales que inciden en la calidad de vida de sus empleados y familias; apoya el deporte de su país como el beisbol y el futbol -incluso los grandes equipos como la selección nacional de futbol, se vio patrocinado por ellos-; promueve valores y tradiciones de Venezuela con actividades culturales y recreativas; implementa operativos de recuperación de áreas verdes; cuenta con guarderías disponibles para la comunidad en los sectores donde tiene ubicadas sus plantas principales; a través de la Fundación Polar, apoya económicamente a los más necesitados con medicinas, equipos médicos, tratamientos e intervenciones quirúrgicas, entre otras acciones. Todo esto por supuesto genera una enorme empatía con la población.
¿Quiénes son los sujetos propensos a la Responsabilidad Social?
No sólo las grandes corporaciones son los llamados a ser partícipes en la Responsabilidad Social Empresarial. También pequeñas y medianas empresas pueden hacerlo. No es necesario desembolsar grandes sumas de dinero para esta opción. La creatividad juega un papel cumbre en este sentido. Recordemos que, sea nuestra empresa grande o pequeña, siempre debes pensar en dejar un precedente. Ir creciendo poco a poco, construyendo marcas amadas y admiradas, no solamente por nuestros consumidores sino también para beneficio de nuestros empleados, proveedores y para con la sociedad en general. Es esta la correcta aplicación del engagement.
Si la acción de ayudar, de compartir, de enseñar, nos deja satisfacciones desde el punto de vista personal, imagínate lo que puede repercutir en nuestra empresa. Por eso, como Coach de Negocios incentivamos a los dueños de negocios para que adopten un efectivo Plan de Responsabilidad Social que puede convertirse en el mejor multiplicador de su mensaje.
Date la tarea de conocer a tu comunidad, con sus problemas y necesidades. Incluye la Responsabilidad Social en tu planificación trimestral o semestral, pon a tus mejores creativos a pensar en la manera de aplicar tu estrategia y, en muy poco tiempo, verás los resultados. Aunque sea un pequeño grano de arena tu aporte, probablemente puede colaborar a generar bienestar en tu comunidad que siempre será bienvenido. ¡Manos a la obra!