llegar a la meta

¿Hacia dónde va tu Empresa? ¡Tú debes decidirlo!

Por: ActionCOACH Sergio Hermida

Ninguna empresa, no importa el tamaño, debería tomar decisiones sin tener previamente establecida su estrategia, en especial su visión. De lo contrario, cada decisión involucra tanto riesgo como el de conducir a ciegas en una noche de tormenta. La tormenta y la oscuridad en el escenario actual, empeoran a cada minuto, y las probabilidades de éxito sin un rumbo claro, son casi nulas.

El concepto de estrategia ha cambiado mucho desde que fuera esbozado por primera vez por Igor Ansoff. Desde un concepto relacionado básicamente con el planeamiento, y el análisis del futuro en sus diversas formas, se ha avanzado hacia conceptos que, en la actualidad tienen más que ver con la creación de paradigmas, con elegir el rumbo que la empresa va a tomar.

La estrategia hoy es entendida como un proceso de formación, de desarrollo progresivo que se lleva a cabo en la mente de las diferentes personas involucradas. Es por ello que, para su mejor comprensión, necesitamos partir del estudio de los diversos modelos mentales involucrados en su generación. No podemos hablar de formulación de la estrategia como un proceso que se lleva a cabo una vez al año, donde los miembros del directorio se reúnen para tomar las “grandes decisiones”.

La estrategia necesita ser abierta en su creación, para enriquecerse con la participación y el compromiso de todos los miembros de la empresa. Pero, además, necesita ser abierta hacia sus consumidores, para realizar esta estrategia en sintonía con los mismos. Aun cuando la estrategia signifique “crear el futuro”, este futuro debe ser diseñado pensando en quienes son o serán nuestros clientes y que es lo que ellos esperan de nosotros.

La estrategia es el estandarte que identifica a la empresa en el campo de competencia industrial. La visión brinda la imaginación, la creatividad, el rumbo. Es y debe ser el elemento aglutinante, el horizonte al que toda la empresa aspira.

Una visión es una imagen del futuro que deseamos crear, descrita en el tiempo presente, tal como si estuviese sucediendo. Qué quiere ser la empresa, donde queremos ir, y como seremos cuando lleguemos allí. Una visión infunde forma y rumbo al futuro de la organización y ayuda a los miembros de la misma a fijar metas que sirvan de impulso.

Visión no es lo mismo que misión, la misión es una declaración de los valores y filosofía de la organización, no forma parte de la estrategia. De alguna manera, podría decirse que la misión marca los límites dentro de los cuales la empresa se mueve para llevar a cabo su misión.

El otro elemento que tenemos que tomar en cuenta cuando definimos o analizamos la visión es el propósito estratégico. El concepto de propósito estratégico implica cuantificar una visión para 5 o 10 años. ¿Dónde quiero llegar? ¿Cuál es mi meta principal en un futuro cercano?

El propósito estratégico señala un determinado punto de vista sobre la posición de mercado o posición competitiva a largo plazo que una empresa espera conseguir en 5 a 10 años. Por lo tanto, transmite un sentido de orientación, un sentido de descubrimiento y un sentido de destino; estos son los elementos que demuestran la existencia de un propósito estratégico.

Para convertir un propósito estratégico en realidad es necesario que contenga y transmita un aspecto emocional. Que todas las personas que trabajan en la organización comprendan cuál tiene que ser su contribución y se esfuercen por cumplirla, a la manera de un barco de remos, que necesita del esfuerzo conjunto para llegar a la meta.

Para que su negocio crezca y genere ganancias, tome en cuenta éstos factores básicos.

De acuerdo a una encuesta publicada en Estados Unidos, y con relevancia estadística válida para los demás mercados, las siguientes características son las que conducen al éxito de un negocio en etapa de crecimiento. Son las claves de su éxito y desarrollo:

  1. La empresa crece y prospera más si el dueño del negocio ama verdaderamente la actividad a la que se dedica en su empresa. Quienes crecieron, fueron lo que trataron de servir y beneficiar a sus clientes, más que a sí mismos.
  2. Tuvieron más éxito aquellos que tomaron menos dinero del negocio –para fines personales o familiares- durante los meses iniciales del negocio.
  3. Despuntaron mejor los negocios de quienes se esforzaron por ser buenos gerentes en todas las áreas del negocio –no solo en producción o ventas, por ejemplo- e hicieron esfuerzos por capacitarse.
  4. Fue favorable también la incorporación, aunque sea a un nivel básico, de tecnología y sistemas informáticos en los procesos de la empresa.
  5. El elemento determinante fue la actitud del dueño del negocio, de entender que está en proceso de aprendizaje y su apertura a buscar AYUDA externa en las fuentes idóneas, a tomar dichos consejos seriamente y a aplicarlos en su negocio.
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junio 07, 2016

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