Por: Rob Pickering
¿Alguna vez te has encontrado argumentando constantemente un punto que tu mismo dejaste de creer? Una de las frases más útiles de las que nos podemos beneficiar es “cambié de opinión”. No obstante, es raro que la gente la diga y no es fácil para la mayoría.
Decir de manera sencilla “Sabes, ahora veo las cosas diferentes, entonces he cambiado de opinión” es increíblemente liberador para todos los interesados. De alguna manera, cambiar de opinión ha ganado asociaciones negativas en liderazgo pero especialmente en el mundo de la política, particularmente en el Reino Unido. Margaret Thatcher dijo la frase célebre: “Cambia tú si quieres. Esta dama no cambia.” Fue visto como una señal de fuerza y determinación. No hay nada malo con la determinación, pero continuar defendiendo un punto cuando nos damos cuenta que está mal ¡es terquedad! La verdadera señal de fortaleza es admitir el error y demostrar que estamos preparados para eso. Aprende a decir “he cambiado de opinión” como una señal de fortaleza.
Incluso una mejor frase para utilizar y practicar decir, más vale tarde que nunca es “cometí un error”. No siempre tiene que estar acompañada por un “perdón”. Si nunca cometes errores, probablemente teestás moviendo tan despacio que logras hacer poco. Entonces si rara vez dices “cometí un error” probablemente estás escondiendo tus errores o jugándotela muy seguro. Celebra tus errores como una forma de progreso. Aprende de los errores y comparte el aprendizaje. Y recuerda, sólo puedes cometer un error una sola vez, si sucede una segunda vez… ¡fue una elección!
“¿Qué pasa si estoy equivocado?” Es una excelente pregunta para hacernos a nosotros mismos. No como una forma de duda, sino como un acto genuino y humilde de auto-evaluación basada en la certeza de no ser perfecto y como un deseo de estar abierto a diferentes alternativas.
Imagina cómo sería vivir o trabajar con alguien que cambia fácilmente de opinión cuando es apropiado, admite sus errores y está abierto a cuestionar si sus creencias son verdaderas. Sería muy fácil trabajar o confiar en alguien así. No parecería algo fácil de hacer, especialmente si hemos construido nuestras creencias en base a no equivocarnos nunca y apegándonos a la primer cosa que decimos, pero no sería un ambiente ideal para trabajar.
Frecuentemente escucho a dueños de negocios hacer una pregunta retórica de miembros de equipo “por qué no sólo lo admiten” cuando alguien se equivoca. Bueno, comúnmente se debe a que el equipo ha aprendido de su líder. Si criticas demasiado a las personas cuando admiten que se equivocaron, no te sorprendas cuando escondan sus errores o pierdan tu tiempo y el de otros culpando, con excusas y negación. Mejor intenta responder a un error diciendo “Bien hecho por intentar, ¿y qué has aprendido para que no vuelva a suceder? Y en lugar de criticarte a ti mismo por cometer errores, práctica hacerte la misma pregunta en tu vida y los negocios serán mucho más fáciles.
Este tipo de preguntas son las que trabajo con mis clientes dueños de negocio y es increíble lo liberadoras que pueden ser y el impacto que algo aparentemente tan sencillo puede tener en los resultados, si quieres ayudar a otros a que logren sus objetivos de negocio, tal vez debas unirte a nuestra franquicia ActionCOACH, si lo haces, me dará mucho gusto escuchar de ti.