Fernando Alanis
“Por mucho dinero que uno obtenga en su trabajo, si se está perdiendo de compartir con su familia, y se siente aislado, pues ese trabajo quizás no vale la pena”. Así lo entendió Fernando Alanis Horn, un ingeniero agrónomo con Maestría en Administración en la Universidad de Monterrey, quien, a los 58 años, decidió cerrar capítulo como Director de Comercialización Nacional Avícola en Tyson de México.
Su trabajo, de los últimos 7 años en la tansnacional, le brindaba innumerables satisfacciones, excelentes ganancias económicas, pero pagaba un alto precio personal: la zona donde debía trabajar era Ciudad de México, lo cual le obligaba a dejar atrás su hogar, a 909 Km de distancia. Aunque el matrimonio buscó fórmulas para mantener unido al grupo familiar, durante numerosos meses, mientras Fernando vivía en Ciudad de México, su familia lo hacía en Monterrey.
Toda su vida trabajó en la comercialización de alimentos, un campo con muchísima presión. “Independientemente del consumo nacional de pollo, yo debía distribuir, por toda la República, 500 mil pollos, siendo éste el tipo de alimentos que no puede comercializarse luego de 48 horas, imaginen la presión”, comenta.
“Estuve 3 años yendo y viniendo de lunes a viernes pero, igual, era poco tiempo con mi familia; mi esposa se fue a vivir conmigo a México y, por diversos motivos, no pudo quedarse y se regresó al lado de nuestras hijas. Me hice de un departamento, pero me estaba aislando de mi familia y no era lo que quería; hubo un momento en que tuve que tomar una decisión, y sopesar que aunque estaba creciendo mucho y nuestro estilo de vida era bastante elevado, estaba dejando atrás lo más importante en mi vida que es la familia y no podía seguir aceptándolo.”
Un día, sin nada en claro, apostó por su familia, regresó a Monterrey y comenzó a recibir ofertas –algunas excelentes- de altas posiciones en ventas, pero algo había cambiado en él. Ya era momento de dar ese paso hacia la verdadera independencia económica y de tiempo. De esta forma llegó a ActionCOACH.
“Al momento de entrar en ActionCOACH, eran muchas las dudas que nos asaltaban, una de las principales era si se podrían generar los altos ingresos, en poco tiempo, necesarios para tener ese rápido retorno de capital que señala la franquicia, y así seguir manteniendo el nivel de vida al que estábamos acostumbrados”.
Sus dudas duraron poco y su vida ha dado un vuelco: almuerza en su casa cada día, los fines de semana comparten juntos, visita a su madre, todas las tardes acude a ejercitarse, definitivamente tiene tiempo para su familia y para si mismo. ¿Sus ingresos?, “...categóricamente son reales los plazos que indica la franquicia para alcanzar ingresos que permitan una vida de comodidades y más, si así lo deseas”.
No solo ha cambiado la tranquilidad con la que puede trabajar, la cercanía al trabajo y el aumento constante y paulatino de sus ingresos, sino que, en su vida profesional, tiene una visión diferente de las ventas. “Con la metodología de ActionCOACH y los conocimientos que tengo de mi vida profesional, estoy logrando resultados junto a la gente a la cual estoy asesorando. Estoy muy contento y así mismo se sienten quienes trabajan conmigo. Mi visión de trabajo cambió: antes tenía una gran presión por generar y vender y vender, pero, ahora, veo que lo más importante es servir, creo en lo que estoy haciendo y no tengo un afán de concluir rápidamente una negociación, sino que esta se va dando paulatinamente, converso mucho más con mis prospectos, le explico lo que hacemos, cómo va a obtener los resultados y la gente, por sí misma, se da cuenta de las bondades del producto que manejamos”.
¿Y tú, qué esperas para entrar en Action?
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ActionCOACH Carlos Castellanos