Por: Redacción ActionCOACH

“Gracias”, son siete letras que pueden generarte maravillosos resultados: ganarte la confianza de quien tienes en frente, “hacerle el día”, cambiar el humor de cualquiera, hacerle brotar una sonrisa, generarle sentimientos de orgullo propio, inyectarle valor a la autoestima del receptor de tus palabras y, porque no, hacerle sentir aún más feliz por la compra de tu producto. No se trata de simples signos que conforman una palabra, se trata de una de las palabras más poderosas de las relaciones humanas. Aplica para tus relaciones con el personal de tu empresa, tus clientes, tus proveedores, y para toda la cadena de personas que son parte de los negocios... ¡Gracias!... significa tanto…

En cualquier relación, incluyendo la laboral o empresarial, implica el gesto verbal de una persona con una necesidad manifiesta hacia otra persona que le ayuda a suplirla.  ¿Se capta el poder que lleva implícita la palabra?

Y es que dar gracias reviste vital importancia tanto para quien las da, como para quien las recibe, pero, sobre todo, para el receptor, pues es sin duda un reconocimiento de una buena acción, de que lo está haciendo bien.

La gratitud, a lo largo de décadas, se concibe como parte del protocolo de convivencia social o de costumbre, pero ha ido escalando posiciones hasta convertirse en una gran herramienta de crecimiento personal, de éxito en la vida, y por tanto, en una excelente herramienta en los negocios.

El agradecimiento explicito puede transformar el mundo, y la cultura de la gratitud también puede influenciar positivamente en tu negocio. Algo tan sencillo como dar las gracias se puede convertir en una herramienta poderosísima cuando se trata de motivar a tu subalterno, a tus clientes o a tus colaboradores.

Las maneras de dar las gracias, a tus empleados, a esos clientes vip, a tus mejores proveedores son más sencillas de lo que piensas. Aquí te presentamos tan solo algunas, pues seguramente tú encontrarás tus propias “estrategias de agradecimiento empresarial”:

1.- Da las gracias de forma enfocada y no genérica: Dale espacio a los detalles de la acción al agradecer. Más que un simple “buen trabajo”, puedes expresarle a tu empleado algo como “Muchísimas gracias por quedarte hasta tarde. Sin tu esfuerzo sería imposible este logro de hoy para nuestra organización”. También puedes darla a tus clientes cuando concretas una “venta especial”.

2.- Personaliza tus “gracias”: Conectar la vida de la persona a la que agradeces hace más efectivo tu mensaje. No dejes pasar por alto el cumpleaños o nacimiento del primer bebé de ese empleado incondicional de tu empresa y entrégale un detalle vinculado a la ocasión. Las bases de datos de clientes, con datos personales tales como fecha de nacimiento y números telefónicos también pueden ayudarte con este fin.

3.- Dale calor humano a tu agradecimiento: lejos de un frio e-mail para agradecer, dirígete cara a cara a quien quieras agradecer o deja una nota escrita por tu puño y letra. Te aseguro que lo valorará mucho más.

4.- Descarta las “gracias” burocráticas y sin razón: que tu agradecimiento sea sincero, que te nazca decirlo y que de verdad valga la pena agradecer. Lo falso o forzado es irremediablemente reconocible.

5.-Refiere negocios a tus vendedores y socios: ¿puede existir un mejor agradecimiento que proporcionar nuevos y /o mejores clientes? Una referencia directa siempre será bien valorada.

Ser agradecido siempre te mantendrá las puertas abiertas.  Practícalo con más frecuencia en lo personal y en lo profesional y notarás rápidamente como mejoran los resultados en la búsqueda constante de optimizar tu manera de hacer negocios. ¡Gracias por esa abierta disposición a cambiar para hacer más productiva tu empresa a través de tus acciones!