Por: Redacción ActionCOACH
Lo que para muchos puede significar el peor momento de sus vidas o negocios, para ti puede ser la oportunidad de arrancar tu nueva vida, de emprender tu negocio con éxito y de darle rumbo a esos sueños que solo esperan por tu decisión.
Una crisis no es el fin de todo, al contrario, puede significar la ocasión para reinventarte y avanzar. Todo depende del lente con el que se mire esta realidad y de la dirección que tome tu timón.
La orientación adecuada junto a las medidas precisas puede hacer la diferencia a la hora de atravesar un momento de crisis. No estás loco, como comentarán muchos. Puede ser éste tu momento, sólo depende de la destreza con que te manejes en medio de esa marejada llamada crisis.
Todos conocemos la habilidad de los asiáticos para los negocios y emerger de las peores circunstancias. No en vano, el símbolo chino para representar el concepto de crisis, se puede traducir a la vez como peligro y como oportunidad y la barrera entre uno y otro significado está en la mente y la habilidad del empresario.
Fue así como Miguel, un viejo amigo de mi infancia, se decidió a desempolvar ese proyecto que le quitaba el sueño desde hace algún tiempo: su distribuidora de productos de limpieza e higiene personal. El sabía que para esto debía dejar su trabajo que le otorgaba un sueldo y dedicar absolutamente todo su tiempo a materializar su empresa. En su país, una crisis en materias primas originó la escasez de este tipo de productos, y los pocos que se conseguían sencillamente ostentaban precios inalcanzables para la mayoría de la población. Miguel empezó a trabajar con algunas materias primas alternativas que no disminuían la calidad de su producto, sino que, al contrario, otorgaban un valor agregado, lo que le permitió ir posicionándose con una “excelente opción” en el mercado de detergentes, productos de limpieza y aseo personal. ¿Poseen los emprendedores como Miguel algunas características para poder triunfar en la adversidad? A continuación te presentamos sólo algunas de ellas:
*Optimismo: No se trata del optimismo a ciegas sino del impregnado de inteligencia y racionalidad. Si bien es cierto que al emprender tu negocio puedes atravesar ciertas dificultades, los emprendedores con visión saben que el momento de disfrutar los frutos de tu esfuerzo vendrá más adelante. Al pasar los peores capítulos de la crisis muchos de quienes integraban la competencia habrán desaparecido y podrás operar en un mercado más sólido y establecido.
*Austeridad: El iniciar tu emprendimiento como dice el refrán popular con” los pantalones bien puestos y los pies sobre la tierra”, tiene sus ventajas. Te obliga a ajustar los costos y gastos al máximo, al igual que disminuyes tus expectativas. Tu plan operacional como empresa será, sin duda, más realista y pragmático. No hay tiempo para ideales.
*Mayor provisión financiera: Inicias tu proyecto y se hace necesario, para no atravesar por dificultades, el ampliar por lo menos un 20 por ciento la partida de inversión. Siempre hay que tener en cuenta que probablemente los pagos puedan retrasarse en momentos de crisis y que es necesario contar, preferiblemente, con algunos recursos propios, pues en esta época pueden complicarse también las opciones crediticias. El tiempo ideal de este “colchón financiero” es de por lo menos dos años.
*Paciencia: El cortoplazo no tiene cabida en la opción de emprender en crisis. La paciencia será tu mejor compañera. Por supuesto que todos queremos que los negocios se concreten con la velocidad de un jet, pero ir al ritmo de un aeroplano es positivo si lo visualizas como el momento de maduración para tu negocio. No esperes resultados inmediatos. Emprende tu proyecto esperando ver tus ganancias a mediano plazo.
*En crisis también hay ventajas: Situaciones que antes eran impensables se pueden propiciar en momentos de crisis. Algunas de ellas: locales más económicos, la disposición de recurso humano más preparado y que está vacante, en oportunidades surgen hasta condiciones especiales para promover la inversión, incluso puedes negociar precios y condiciones con algunos de tus proveedores.
* Flexibilidad: Rescato en este punto una frase del profesor Mathieu Carenzo, quien manifiesta que “la flexibilidad tiene que estar en el ADN de cada empresa y debe ser tanto estructural, como del modelo de negocio”. Manejar tu estructura de forma que te permita ir eliminando costos fijos y saber también adaptar tu oferta a lo que demanda el mercado no es importante, sino imprescindible.
* Aprovechar las nuevas tecnologías: Es conocido que en tiempos difíciles el manejo publicitario puede ser cuesta arriba, por lo que no debes desaprovechar la opción que te proporciona una acertada utilización del marketing digital.
* Cuida a tus clientes: Los mejores serán los que sobrevivan en épocas de crisis, los que lo han hecho bien, y para ello es fundamental optimizar tu servicio al cliente. Brinda una atención personalizada, pues es éste un aspecto que los consumidores sin duda alguna agradecerán.
*Hacer uso de nuevas tendencias: Explotar las nuevas tendencias del mercado está entre las posibilidades. Por ejemplo, los “ecoemprendedores” representan un gran atractivo para buena parte de la población.
Al igual que Miguel, tú también puedes lograr arrancar tu negocio a pesar de los tiempos difíciles, siempre y cuando analices de manera acertada tus posibilidades, los costos y tu mercado objetivo. Toma en consideración estos pequeños consejos y verás cómo sí es posible surgir en momentos de crisis y hacer de ella tu oportunidad. ¡Adelante!