Por: Equipo ActionCOACH
Cuando hablamos de la motivación como herramienta de productividad y desarrollo de cualquier negocio, debemos de tomar en consideración una serie de elementos que inciden de manera conjunta.
La motivación es producto de la ambición positiva y de la autoestima. Se considera que el catalítico necesario para que esta fórmula funcione, es la adecuada presencia de incentivos. Todos nosotros trabajamos para obtener un beneficio, por lo regular tangible, de no ser así, existiría un desequilibrio en la "Ley del Intercambio".
Como coaches de ACTION debemos cuestionar a los dueños de negocios lo importante que es tener y mantener un "Programa de Incentivos y Motivación" real y significativo, con el propósito de establecer una exitosa dinámica con el personal de todos los niveles. La ausencia de dicho Programa implica la omisión de un instrumento sumamente necesario para poder obtener los mayores beneficios de los recursos humanos, obstaculizando así, el crecimiento y desarrollo de la empresa.
Los ejecutivos son las personas que deciden el triunfo o fracaso de la entidad, a través de la cooperación de los empleados, esto es algo obvio. Por deducción lógica, la motivación, la ambición, la habilidad de integración para trabajar como equipo, entre otros, son prerrequisitos para que los logros y los retos de una empresa sean verdaderamente alcanzados.
Hago hincapié en las "Responsabilidades Empresariales", y seguramente será un reto interesante que deberá ser trabajado con todo dueño de negocio. No debemos olvidar que una Empresa, ya sea familia o no, es una "Entidad con vida propia". No debe ser concebida como una extensión o posesión de una o varias personas. Claro está que toda empresa tiene dueño(s) y /o accionistas que la tratan de dirigir hacia el éxito. Pero nunca olvidar que gracias a un personal adecuadamente motivado y con objetivos claros es mucho más fácil lograr dichos objetivos.
Uno de los modelos en "Motivación e Incentivos Laborales" fue el fundador de la Ford Motor Co., el Sr. Henry Ford. Su filosofía de valorar e incentivar a su personal lo mantuvo a la cabeza de la industria norteamericana durante los años de la depresión. Y lo hizo manteniendo a su personal, sin despidos y aún ofreciéndoles incentivos adicionales. Aunque esto sucedió hace años, el concepto no ha cambiado, por el contrario, ha sido reforzado.
Como coach de negocios, les aseguro que no es posible desarrollar negocio alguno, sin la cooperación y motivación de sus empleados, siendo necesario trabajar juntos en equipo y que existan incentivos adicionales que en muchas ocasiones van más allá de la simple remuneración económica.