Por: Redacción ActionCOACH
Iba un monje por los senderos de la vida, haciendo el bien sin mirar a quien. Todo aquel al que podía hacerle un favor o proporcionarle algún bienestar, al costo que fuese, así se tratase de alguna acción en detrimento propio, igual lo concretaba. Esto lo hacía feliz, al ir cumpliendo su misión en la vida: ayudar al prójimo indistintamente de quien fuese.
Esta corta historia, llevada al terreno de los negocios, refleja uno de los errores más comunes que cometen los dueños de empresa, a cualquier escala, tanto pequeños como medianos o grandes empresarios.
Si en lugar de contratar talento, restas importancia a la selección y entrenamiento de tu personal, seguramente tendrás problemas a futuro. ¿Cómo llegas a parecerte más a un misionero que a un hombre de negocio?
Conozco de cerca el caso de Alberto, dueño de una empresa manufacturera, quien va a una fiesta y se encuentra con Rafael, un amigo de la infancia. Comparten largamente y en medio de la conversación le dice: “Necesito contratar a alguien para mi departamento de contaduría”. Rafael le responde: “Precisamente mi primo ha trabajado muchos años en un despacho contable, tiene toda la experiencia y justo en este momento está buscando empleo. Es perfecto para ti”. Acto seguido, Alberto llama al primo de Rafael para que empiece a trabajar en su empresa.
El error comienza si, por pensar como el misionero, no se aplican los filtros correctos, no se lleva a cabo un proceso de reclutamiento adecuado, por el contrario, sin inducción, sin tomar en cuenta las funciones del cargo, ni las capacidades del prospecto, por lo que no sabemos si esa persona será idónea para la empresa.
Lamentablemente, justo eso sucedió con el nuevo contador, quien tenía mucha experiencia en un sector diferente a la rama manufacturera, desconocía aspectos vitales de la nueva empresa y al cabo de dos meses, la contabilidad del negocio estaba mucho peor que cuándo comenzó el primo de Rafael, con las pérdidas financieras y de tiempo que esto conlleva.
Una solución no calibrada pasó a ser un real problema. No puedes desechar la importancia de mantener sólidos sistemas de reclutamiento de personal, así como manuales y procesos de entrenamiento, de seguimiento de las actividades.
Puede ser que entre tu círculo familiar o de amistades tengas prospectos excelentes para ocupar cargos en tu empresa, pero no es aconsejable contratarlos sin haberlos sometido a los necesarios procesos de evaluación e inducción para los cargos, porque, sin duda, tu empresa sufrirá las consecuencias.
Saber manejar un negocio, requiere de un entrenamiento para conocer las mejores prácticas empresariales. Creemos firmemente en la “Abundancia mundial a través de la reeducación de los negocios”.
Si te sientes identificado en tener un negocio que te brinde grandes beneficios y al mismo tiempo ayudar a otros a alcanzar sus propias metas financieras, sin duda alguna en ActionCOACH tenemos una propuesta que puede interesarte.
