Por: ActionCOACH María Inés Morán
Todos los días tomas decisiones, desde la ropa que te pondrás en el día hasta disponer, por ejemplo, con cual instrumento financiero tu dinero se multiplicará de la forma más conveniente. No siempre es sencillo hacerlo, algunas de esas decisiones afectan a muchas personas o definen el camino que tomarás de ahora en adelante. ¿Estás preparado para elegir correctamente? ¿O constantemente estás reprochándote haber seleccionado la opción “que no te convenía”?
Hay un dicho popular que reza: “Las soluciones de hoy son los problemas de mañana”, de manera que las decisiones que tomes hoy serán los resultados que observarás más adelante, así que debes poner atención al mecanismo que usas para decidir entre una u otra opción que tengas.
Los retos diarios se analizan bajo el tamiz de tus emociones, tus pensamientos y el ambiente. Lo recomendables es tomar en cuenta estos tres factores y buscar la respuesta bajo un influjo parejo de ellas. Quiero decir que si estas ofuscado o bajo cualquier emoción, es posible que tu cerebro no haya analizado completamente la situación o si te encuentras bajo una presión extrema, sea difícil tomar la decisión más acertada. Así mismo, aquellas opciones que dejen una estela de dolor en muchos, podrían considerarse más profundamente.
El correcto análisis de las situaciones para una adecuada toma de decisiones es una habilidad que puede aprenderse. Te ofrezco algunos tips que te pueden ayudar.
1.- Identifica el objetivo antes de decidir, pues, aunque te parezca sorprendente, a veces tomamos decisiones que no nos llevan al objetivo que queremos, porque no lo definimos con exactitud.
2.- Observa las fortalezas y debilidades de tus opciones, si lo haces en papel, ¡resulta mucho mejor! Recaba toda la información que tengas al respecto.
3.- Analiza las emociones que te provoca cada disyuntiva y las razones de ello. Considera las razones que tiene tu entorno para recomendarte alguna de las opciones.
4.- ¿La decisión que tomes tendrá un efecto definitivo en algún aspecto de tu vida?, ¿estás de acuerdo con vivir tal cual estás decidiendo en este momento?
5.- Prepara un plan de contingencia para hacer previsiones sobre posibles cosas que no salgan bien, luego de tomar tu decisión.
6.- Confía en tus instintos. Muy a menudo te está hablando tu espíritu sobre lo que más te conviene o lo que no es mejor para ti en ese momento.
Este patrón de pensamiento puede hacerse en casi todas las decisiones que debamos tomar, y te puede ayudar a discernir la mejor alternativa.
Recuerda que las situaciones externas no son quienes determinan tu destino, sino las decisiones que asumas en tu vida con responsabilidad. Una vez que te decidas, deja atrás las dudas y enfócate en el resultado que esperas buscar. Estoy segura que verás los resultados esperados.