Por: Redacción ActionCOACH
Llevar el timón, vista firme en el horizonte y estar atento a no abandonar la dirección correcta, para realizar un viaje sin inconvenientes en la ruta de navegación… Ésta debe ser la función del capitán de un barco, para que cada zarpe llegue a feliz término.
Ahora paso a preguntarte: ¿Tendrá el mismo resultado la travesía si el capitán del barco debe bajar, cada cierto tiempo, al cuarto de maquinas, para también manejar la operatividad de la nave?
Tanto tú como nosotros sabemos la respuesta: ésto puede terminar en un soberano desastre. No puedes estar a la vez en el cuarto de maquinas y también ir guiando el barco. Si estás en el cuarto de máquinas probablemente no te percatarás que el barco va directo a un iceberg porque no tienes esa visión que tiene el capitán. Así puede suceder cuando no asumes debidamente el Rol de Dueño de Negocio.
¿Cuál es ese Rol? No es otro que definir metas, establecer la planeación, tener claridad de lo que esté pasando con las finanzas sin que él, necesariamente, se ponga a llevar los cálculos, es ver que la gente esté contenta, es ver que el cliente se sienta satisfecho, y al final del día, si trabaja esos niveles, pueda pensar ¿Qué es lo que sigue en el negocio?, ¿Cómo puedo crecer y enfocarme en nuevos proyectos teniendo a la gente correcta?
Definitivamente, estar absorto en la parte operacional de tu empresa es una gran desventaja, ya que de esta forma no puedes establecer cuál es la visión estratégica que necesitas. Si estas en el nivel técnico u operativo, sin duda no estás actuando como Dueño de Negocio, sino estás desarrollando tu autoempleo.
La escala lógica debería ser la siguiente: de Empleado pasas a ser Supervisor, como Supervisor aspirar crecer como Gerente, el Gerente sueña con alcanzar el puesto de Director General y de Director General se debería pasar a Dueño de Negocio. Así debería funcionar la línea de tu crecimiento personal y profesional. De otra forma no estás desarrollando de manera efectiva tus habilidades gerenciales.
Si desarrollas tus habilidades gerenciales debes ir soltando la operación, descargándola en el organigrama y ejercer tu verdadero rol de Dueño. Si tú estás a cargo de todo, nunca podrás asumir tu papel de dueño, por el contrario, estarás postergando, por días y días, tu autoempleo.
Esta es una de las misiones del Coach de Negocio; ayudarte a entender y darle forma a ese Rol de Dueño de Negocio de manera real y efectiva.
La tarea del Coach es reconfortante y regeneradora de vida, ¡si, de vida! pues no solo busca brindar a la empresa el ritmo de funcionamiento necesario, con los cambios y decisiones que puedan implementarse, sino también llevar un estilo de vida con calidad para ese Dueño de Negocio. ¿Quieres conocer más sobre convertirte en un Coach de Negocios? Pregúntanos.