hablar en público

La peligrosa zona de confort

Por: Rob Pickering

Tu zona de confort es la frontera en la cual operas diariamente, haces cosas que sabes cómo hacer y que típicamente ya has hecho. Fuera de esa zona recaen todas las experiencias poco familiares y tal vez aterradoras; cosas que evitas porque no puedes hacerlas.S

Imagínate tu zona de confort como un área circular; todo lo que está dentro de ese círculo es familiar y cómodo; todo lo que está fuera es desconocido e incómodo. La razón por la cual es desconocido es porque ¡nunca vas ahí!

Como ejemplo, ¿en dónde recae el límite de tu zona de confort cuando te paras y presentas frente a un grupo de personas? ¿Te sientes cómodo enfrente de 5 personas? ¿Qué tál en un salón de 30 personas?

Imagínate la escena. El auditorio está lleno de 500 personas que están ahí para verte. Te subes al escenario y todos guardan silencio esperando tus palabras. Desde el pódium ves diferentes caras y te preparas para decir tu frase inicial. Si el latido de tu corazón se ha elevado al pensar en esto, como a la mayoría de las personas, quiere decir que esta situación está fuera de tu zona de confort. Tal vez muy lejos. Se dice que para muchas personas el miedo a hablar en público es mayor que el miedo a la muerte, lo cual es realmente extraño cuando se piensa.

El punto con tu zona de confort es que es tan grande como tú elijas que sea. Tan pronto tengas el coraje de hacer algo fuera de ella, tu zona de confort crece un poquito más. Si en el pasado, la mayor audiencia frente a la que has hablado es de 20 personas y alguien te pide hablar en frente de 5 por 10 minutos, probablemente te sientas muy cómodo haciéndolo nuevamente. Para algunos será necesario hacerlo 2 o 3 veces antes de que se sientan cómodos realmente, pero lo logras.

Una de las mejores alegrías en la vida viene de expandir tu zona de confort. Tiene mucho que ver con confrontar y conquistar tus miedos. Para muchas personas su primera clase de manejo es una experiencia aterradora, pensar en ello y subirse al carro se siente aterrador. Al final de esa primer clase, y ciertamente después de pasar el examen de manejo, tu zona de confort se expande y el miedo es reemplazado por un sentimiento de logro y de libertad; incluso más confianza también. 

De muchas maneras la emoción del miedo y la emoción del entusiasmo son una misma, es sólo nuestro pensamiento el que los acompaña. Cuando reconoces que sientes miedo en relación a tu zona de confort, puedes elegir experimentarlo como entusiasmo. Para algunos puede ser un concepto extraño, pero dale una oportunidad.

Si decides hacer tu primer salto en paracaídas no te enfoques en qué tan aterrador es, lo cual usualmente significa que pensamos en lo que podría salir mal. Piensa en la emoción, la libertad, las vistas tan maravillosas… y cómo, cuando de forma segura y lenta toques la tierra, inevitablemente dirás: ¿puedo hacerlo otra vez?

Vivir dentro de tu zona de confort hace tu vida muy aburrida. El verdadero sentimiento de vivir una vida al máximo y lograr lo más que se pueda vendrá a partir de ampliar tu zona de confort. Pero, tiene que ser una decisión personal y es entendible tomar un paso a la vez, aumenta con pasos cómodos-incómodos, si eso hace sentido. Uno de mis dichos favoritos es “todo lo que siempre has querido está allá afuera esperándote; está afuera, esperándote, justo afuera de tu zona de confort”.

Tengo el hábito de expandir continuamente mi zona de confort. Los miedos que nos mantienen dentro son irreales, se evaporan tan pronto tomes el riesgo y un paso fuera. Sí, habrá pequeñas consecuencias, pero frecuentemente son mejores que hacer lo contrario. Si quieres obtener esa gran promoción o aplicar a un nuevo trabajo, puede que seas rechazado, pero, ¡puede que no! La única cosa peor que ser rechazado es no intentarlo. Susan Jeffers famosamente dijo en su libro “Siente el miedo y de cualquier forma, hazlo”.

Recomiendo altamente que pienses en tu zona de confort, o aún mejor, piensa en los lugares fuera de ella. Toma ese curso que no crees que puedas completar. Comienza con un nuevo hobby. Aplica para esa promoción. Adquiere una habilidad nueva. Toma ese emocionante y temeroso viaje de tu viaje. Haz una lista y retíralos. En una sola palabra: vive.

La mayoría de nuestros coaches de negocio de ActionCOACH pasaron muchos años de su vida en el mundo corporativo (más de 20 en algunos casos) antes de decidir salir de su zona de confort y explorar el mundo nuevo que estaba esperándolos. ¿Tú cuánto tiempo vas a esperar?

 

Quiero ser ActionCOACH
enero 22, 2016

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