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Todo se define con emociones

Por: Rob Pickering

Conforme nos involucramos en la vida y en los negocios, tendemos a observar la lógica y a operar de manera transaccional. Nuestro paradigma, es decir, la forma en que vemos el mundo, se basa típicamente en la lógica. Es así como explicamos las cosas, de manera racional. Por ejemplo, si pagas a alguien por hacer un trabajo, lo hará. Si ofreces lo que las personas quieren a un precio razonable, lo comprarán. Sin embargo, el verdadero problema es que generalmente lidiamos con otros seres humanos; y los seres humanos no nos basamos en la lógica, sino en la emoción.

La motivación tiene que ver mucho más con emoción que con lógica. Las personas sólo hacen cosas cuando están motivadas. Por lo tanto, si quieres que alguien trabaje para ti y haga las cosas de cierta forma en el momento que tú quieras, más vale que te asegures que esté motivado de manera correcta. Y si quieres que las personas te compren y sigan comprando, es mejor que también estén motivados de la misma forma. Si quieres que las personas confíen en ti, te ayuden, así como tú a ellos… necesitas asegurarte de que estén motivados apropiadamente.

La clave en todo esto implica conocer a las personas y sus gustos. Por “conocer” no sólo me refiero a que sepas que existen, sino que realmente llegues a conocer lo que es importante para ellos. Cuando sabes qué le interesa a las personas puedes empezar a entenderlos. Y cuando entiendes a las personas puedes encontrar formas de ayudarlos. Finalmente, en los negocios se trata de ayudar a las personas. En términos más lógicos, se trata de entregar un producto o servicio que las personas necesiten o quieran, de la manera que a ellos les guste.

Las empresas frecuentemente fallan, ya sea completamente, por ejemplo dejan de comerciar; o de manera parcial, son menos rentables de lo que podrían ser, ya que pierden de vista el punto fundamental: ayudar a las personas. Las empresas se encierran demasiado en sus necesidades y deseos internos, o no logran entender lo que es importante para sus clientes. Cuando esto sucede, los clientes compran menos o dejan de comprar por completo.

La clave para el éxito en tu negocio es entender a las personas: a tus empleados, a tus proveedores, a tus clientes, y al mismo tiempo entender lo que realmente importa a cada uno de ellos y encontrar la forma de satisfacer todas sus necesidades. Siempre es un balance. Pregúntate a ti mismo: ¿sabes lo que realmente importa a cada uno de estos grupos e individuos? Si no lo sabes, averígualo y luego actúa en base a eso. Esto debería estar al centro de tus planes y acciones, pero siempre guiado por lo que es importante para ti.

Muchos dueños de negocio tomaron la decisión de iniciar su emprendimiento motivados por ciertas emociones u objetivos, sin embargo, debido a que la mayoría de ellos se pierden en el día a día operando su negocio, con frecuencia olvidan qué fue lo que los llevó en primera instancia a arrancarlo ¿Si esto les sucede al dueño, qué tan fácil será entonces descubrir lo que motiva al resto de involucrados en la empresa? puede no ser una tarea fácil, por eso es que nuestros coaches de negocios de ActionCOACH es lo primero que buscan definir con sus clientes ¿Qué desean? y a partir de ahí comienzan la aventura que significa guiarlos durante sus programas de coaching para alcanzar sus metas. Si eres dueño de negocio ¿Ya tienes tu ActionCOACH? o quizás tu vocación o sueño se podría lograr al convertirte tú en un ActionCOACH ¿Ya sabes cómo hacerlo?

Quiero ser ActionCOACH
febrero 22, 2016

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