Por: Redacción ActionCOACH
La productividad de los trabajadores es el pulmón de las empresas, y sostener el ritmo adecuado de rendimiento supone mantener a los empleados motivados.
Aunque presumimos que una buena política salarial puede ser una de las formas más poderosas de mantener la motivación, diversos estudios han demostrado que el desarrollo profesional, el buen clima laboral e, incluso, las políticas de conciliación laboral y familiar, pueden ser condiciones que impulsan al empleado a mantenerse leal a la empresa, por encima de un buen salario.
Pero es difícil lograr ese ambiente en una organización cuyos gerentes no sean capaces de transmitir la pasión por los valores que tiene la empresa, su misión, su cultura, los cuales deben dejar de ser poemas escritos en el sitio web de la empresa para convertirse en algo palpable puertas adentro y poder proyectarse puertas afuera de la empresa.
Una vez que los líderes logren transmitirle a sus empleados la verdadera misión de la empresa en términos de bienestar general, en esa misma medida las personas pueden sentirse involucradas de lleno en sus tareas, no por la recompensa económica, sino por el compromiso de los valores que subyacen en esa misión.
Simón Sinek, en “La Clave es el Por Qué”, señala que las empresas deben contratar personas que demuestren tener valores comunes con la empresa, más que aquellos que tengan ciertas calificaciones y habilidades.
La mayoría de las empresas, en numerosas ocasiones, alientan e involucran a sus empleados en labores de beneficio social, tales como la recolección de bienes para niños hospitalizados, o la dotación de alimentos, agua o medicinas en momentos de algún desastre natural, etc., porque estas acciones logran imprimir, en sus trabajadores, el bienestar que se siente y el beneficio que otorgan al llevarlas a cabo. El sentirse parte de algo grande, de algo poderoso, que cambia el entorno, es una fuerza cohesionadora de los individuos que hacen vida en las organizaciones.
Es decir, podemos incentivar a los trabajadores para sentirse parte de la misión de tu empresa en su trabajo diario, si les mostramos los grandes beneficios que trae el producto final o la contribución que su labor hace dentro de la empresa.
Pero ese entusiasmo no surge solo de palabras bonitas e inspiradoras, la organización debe dar muestras de que sus empleados son pieza importante y que son tomados en cuenta, el incentivo a la creatividad y las iniciativas, permitiendo la toma de decisiones y asumiendo la responsabilidad de los errores junto a los empleados, propiciando un ambiente donde la comunicación fluya y, por supuesto, ofreciendo recompensas a aquellos trabajadores destacados. Son solo algunas ideas, tú puedes generar tus propios mecanismos de cohesión empresarial, para tener verdaderos entusiastas en lugar de empleados.